domingo, 25 de septiembre de 2011



ACADEMIA PERUANA DE LA LENGUA
La Academia Peruana de la Lengua es una Institución que agrupa a académicos, expertos en el uso del idioma español en el Perú. Pertenece a la Asociación de Academias de la Lengua Española. El actual presidente de esta Academia, correspondiente a la Real Española, es Marco Martos Carrera, actual catedrático y decano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Creada en Lima el 5 de mayo de 1887 por Ricardo Palma, pero el 30 de agosto realizó su primer acto público en el salón de actos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde se eligió como primer presidente a Francisco García Calderón, ex presidente del Perú. Si bien es cierto que se inauguró en 1887, su inicio fue pospuesto a causa de la Guerra del Pacífico, ya que durante la ocupación chilena de Lima gran parte de los libros de la Biblioteca Nacional son llevados a Chile como botín de guerra; este suceso forzó que Ricardo Palma priorice la reconstrucción de la Biblioteca dejando de lado la idea de inaugurar años antes la APL.
Dr. Marco Martos Carrera

Académicos
Académicos de número por orden de antigüedad
Académicos correspondientes peruanos
  • Sr. D. Américo Ferrari
  • Sr. D. Alfredo Bryce Echenique
  • Sr. D. Luis Loayza
  • Sr. D. José Miguel Oviedo
  • Sr. D. Armando Zubizarreta
  • Sr. D. Luis Enrique López
  • Sra. D.ª Rocío Caravedo
  • Sr. D. Eugenio Chang Rodríguez
  • Sr. D. Julio Ortega
  • Sr. D. Pedro Lasarte
  • Sr. D. Juan Carlos Godenzzi
  • Sr. D. Eduardo González Viaña
Académicos correspondientes extranjeros
  • Sr. D. Bernard Pottier
  • Sr. D. Günther Häensch
  • Sr. D. André Coyné
  • Sr. D. Ernest Zierer
  • Sr. D. James Higgins
  • Sr. D. Giuseppe Bellini
  • Sr. D. Marius Sala
  • Sr. D. Wulf Oesterreicher
  • Sr. D. Julio Calvo Pérez
                                                     CASA OSAMBELA-OQUENDO

lunes, 5 de septiembre de 2011

EDUCACIÓN: CORRIENTES Y PARADIGMAS EDUCACIONALES CONTEMPORÁNEOS

SUMILLA:

   «EL TREN ELÉCTRICO Y LAS CHACRAS URBANAS ESPACIOS SIGNIFICATIVOS PARA FOMENTAR LA EDUCACIÓN AMBIENTAL NO FORMAL»



AUTOR:
Willy Andrés Adauto Medina.
Especialista en Asuntos Académicos Universitarios.
Docente de la UNTECS.

Desde 1980, se ha producido un gran salto en la conciencia pública sobre la problemática ambiental, trasladándose desde los grupos minoritarios a la ciudadanía en general. Se trata de un período en el que la crisis ambiental se acentúa y los problemas demográficos se unen a los desequilibrios naturales. Es el momento en que empiezan a divulgarse más allá del mundo científico problemas como el desgaste de la capa de ozono, los cambios climáticos, la desaparición de las especies y los problemas energéticos.
El avance más importante quizás sea que se ha generalizado el mensaje de que la problemática ambiental es un fenómeno global y social, y comienza a percibirse la idea de interrelacionar los problemas sociales y los fenómenos ambientales. Este desarrollo de la conciencia sobre la problemática ambiental es directamente proporcional al avance de los sistemas de comunicación y a la mayor posibilidad de aprovechar el tiempo libre de gran parte de la población (espacio de tiempo que caracteriza el ámbito donde se desenvuelve la educación ambiental no formal). Es posible mencionar aquellos espacios más significativos donde se pone en práctica la educación ambiental no formal, como lo es la primera “Chacra Urbana” de Lima, ubicada en el distrito de Villa El Salvador, donde se viene analizando el impacto social y ambiental que está produciendo ya que al lado se encuentra un hospital (ESSALUD), una universidad (UNTECS) y el terminal del Tren Eléctrico (ATTE). La primera cosecha fueron lechugas que se compartió con toda la comunidad.
Este proyecto empezó a gestarse en diciembre del 2010, gracias al convenio con el ATTE, los beneficiarios directos son los docentes y los estudiantes del UNTECS; los beneficiarios indirectos es toda la comunidad de Villa El Salvador con sus instituciones públicas.
Es necesario, para comprender el impacto que originó este proyecto, definir los siguientes términos básicos:
a)    Educación informal:
* La educación informal es aquella que se da de forma no intencional y no planificada, en la propia interacción cotidiana.
* La educación informal es la acción difusa y no planificada que ejercen las influencias ambientales. No ocupa un ámbito curricular dentro de las instituciones educativas y por lo general no es susceptible de ser planificada. Se trata de una acción educativa no organizada, individual, provocada a menudo por la interacción con el ambiente en ámbitos como la vida familiar, el trabajo y la información recibida por los medios de comunicación. Por ejemplo, la educación que se recibe en lugares de vivencia y de relaciones sociales (familia, amigos,...) no está organizada, de modo que el sujeto es parte activa tanto de su educación como de la de los demás.
b)    Educación formal:
* Es aquel ámbito de la educación que tiene carácter intencional, planificado y reglado. Se trata aquí de toda la oferta educativa conocida como escolarización obligatoria, desde los primeros años de educación infantil hasta el final de la educación secundaria.
* Es la educación que se transmite en instituciones reconocidas, sobre todo el colegio en sus múltiples variantes, y que responde a un currículum establecido, normalmente controlado por el Gobierno u otras instituciones. Tiene diferentes grados de obligatoriedad según el sistema educativo de cada país
c)    Educación no formal:
* La educación no formal se da en aquéllos contextos en los que, existiendo una intencionalidad educativa y una planificación de las experiencias de enseñanza-aprendizaje, éstas ocurren fuera del ámbito de la escolaridad obligatoria. Cursos de formación de adultos, la enseñanza de actividades de ocio o deporte, son ejemplos de educación no formal. La diferenciación entre educación formal y no formal es, sin lugar a dudas, compleja.
* Es la acción que no se encuentra totalmente institucionalizada pero sí organizada de alguna forma. Representan actividades educativas de carácter opcional, complementario, flexibles y variadas, raramente obligatorias. Son organizadas por la escuela o bien por organismos o movimientos juveniles, asociaciones culturales o deportivas, etc. así, aunque no se encuentra totalmente institucionalizada, sí está organizada de alguna forma pues comprende un proceso dirigido a la obtención de algún nivel de aprendizaje, aunque no de un título académico.
* De hecho la educación no-formal tiene un sentido muy amplio. Llamamos educación no-formal a todas aquellas intervenciones educativas y de aprendizaje que se llevan a cabo en un contexto extraescolar. Con ello incluimos la educación de adultos, la educación vocacional, la educación de las habilidades para la juventud, la educación básica para los niños que no asisten a la escuela y la educación para los mayores dentro del contexto de la educación para toda la vida. Una de las características de la educación no-formal es que su enfoque está centrado en el discente. La educación no-formal no se limita a lugares o tiempos de programación específicos, como en la educación formal. La educación no formal puede proveerse de una forma muy flexible que debe ser promocionado en el futuro. La UNESCO promociona la integración de la educación no-formal con la formal. Pensamos que la educación no formal tiene un potencial enorme en los sistemas de aprendizaje o sistemas educativos del futuro para desarrollar una enseñanza centrada en el discente y hecha a su medida. (D. SHIGERU AOYAGI Jefe de la sección de Alfabetización y Educación no formal de la UNESCO)
En conclusión, la educación ambiental no formal, una de sus características es que aquellos que la ejercen poseen una variada formación profesional y, muchas veces, se prioriza en sus capacidades el conocimiento profundo de alguna ciencia o disciplina sobre la formación o experiencia pedagógica, lo que se convierte en un problema para el avance de los objetivos propuestos. El aula (sea cual fuere su nivel) es el centro propio de la enseñanza. La necesaria coherencia entre el decir y el hacer, el manejo de las técnicas pedagógicas y el compromiso ambiental son las mejores herramientas que puede utilizar un educador y, cuando su contacto con los estudiantes es temporal, estas características deberían acentuarse aún más.
Sería conveniente que la educación ambiental formal, la no formal y la informal sean presentadas como un sistema y, como elementos del mismo, que se realimenten y se apoyen. A su vez, siempre debe tenerse en cuenta que la auténtica formación –o donde debe apostarse fuertemente al cambio– está dada por los profesionales de la pedagogía (los maestros).
Es posible mencionar aquellos espacios más significativos donde se pone en práctica la educación ambiental no formal:
• Granjas educativas, generalmente urbanas o periurbanas, donde se toma contacto con la producción rural y sus características.
• Clubs, talleres de ciencias o ferias ambientales, desarrollados a través de clubes de barrio, organizaciones no gubernamentales o en actividades extracurriculares fuera del horario escolar oficial. También existen, en Villa El Salvador, organizaciones o asociaciones dedicadas a las amas de casa, recicladores, etc., generalmente vinculadas a modificar pautas de consumo.
• Cualquier espacio o asociación vinculada con el ecoturismo, el turismo rural, el turismo científico, arqueológico, paleontológico, etc.
d)    Chacra Urbana o Agricultura Urbana:
Se entiende por agricultura urbana y periurbana las prácticas agrícolas, dentro de las ciudades y en torno a ellas, que compiten por recursos - tierras, agua, energía, mano de obra - que podrían destinarse también a otros fines para satisfacer las necesidades de la población urbana.   
(Definición de FAO).
Agricultura urbana se refiere a pequeñas superficies (por ejemplo, solares, huertos, márgenes, terrazas, recipientes) situadas dentro de una ciudad y destinadas a la producción de cultivos y la cría de ganado menor o vacas lecheras para el consumo propio o para la venta en mercados de los alrededores.
*Beneficios de la Agricultura Urbana (AU)
-     Contribuye a la ecología urbana; mejora el microclima, el reciclaje de nutrientes, el manejo del agua y la biodiversidad, conserva las tierras, minimiza los desechos urbanos, reduce el uso energético (menos transporte).
-      Permite transformar lugares improductivos, ociosos o subutilizados en verdaderos jardines agrícolas y en unidades de alta producción con base sostenible.
-       Es dinámica, puesto que, para poder sobrevivir, debe ser innovadora y adaptarse a un ambiente que cambia rápidamente,  lidiar con las limitaciones de la ciudad y aprovechar más eficazmente  los activos urbanos y los flujos de recursos generados por la ciudad.
-     En el ámbito Social, la AU es una herramienta útil en la lucha contra la desocupación, el empobrecimiento y la marginación. Esta actividad contribuye a la sustentabilidad social de las ciudades.
-       Es una importante fuente de ingresos y ahorros .Es una fuente de ingresos, ya que los excedentes de producción pueden ser comercializados y de ahorro, debido a que se puede ahorrar parte de lo que normalmente gastan los pobres urbanos en alimentos.
En resumen, la educación ambiental no formal es una actividad complementaria para obtener una educación integral. El objetivo final es que los destinatarios de los programas pasen de tener pensamientos y sentimientos a la acción directa en favor del medio ambiente. Claro que como cualquier proyecto educativo, las formas de evaluación sistematizada y la planificación del accionar pedagógico garantizarán el éxito de los programas. Queda un largo camino por recorrer. Hace falta clarificar muchos aspectos de la temática ambiental, desde lo ideológico hasta lo organizativo, consensuar proyectos de crecimiento y hacer internalizar a la sociedad sobre los problemas y las posibles soluciones. Todavía resultan crípticos conceptos como el del desarrollo sustentable, la planificación ecorregional o los distintos modelos de uso de la naturaleza. Pero brinda un gran ánimo el hecho de que cada vez hay que explicar menos el término “ecología”  y que ya son pocos los que se atreven a despreciar públicamente la legítima inquietud por las problemáticas ambientales. Todavía resta saber si estos resultados son obra del trabajo cotidiano de los educadores o si se debe a una generalizada conciencia ambiental que el mismo deterioro del entorno ha provocado. Lo que sí es seguro es que se necesita pasar de las palabras a los hechos.