RESUMEN
La sociedad de la información y del conocimiento tiene sus bases formativas hace décadas. Investigadores como Marshall McLuhan y Giovanni Sartori, ya vaticinaban cómo se transformaría la sociedad con el avance de la tecnología. Estos cambios, también traen sus implicancias negativas, por ese motivo Zygmunt Bauman lo llamó: “Sociedad líquida”. El escritor Mario Vargas Llosa, reflexiona porque siente el acecho del libro electrónico. La doctora Teresa López-Pellisa, se proyecta y presenta a las posibles patologías que sufriremos en esta “sociedad virtual”. Existe una gran diferencia entre la sociedad de la información y del conocimiento. La primera está referida al manejo de la información. La segunda, es el procesamiento de esa información para producir y aplicar conocimiento para el desarrollo humano.
PALABRAS
CLAVE
1.
Antecedentes
En las últimas décadas se han vivido profundos cambios
en el ámbito de la tecnología, y estos inciden en la manera cómo nos
comunicamos e interrelacionamos en las diferentes áreas que se desenvuelve el
ser humano. Es así, que muchos investigadores empezaron analizar estas
trasformaciones en la sociedad. Uno de ellos fue Marshall McLuhan (1911 – 1981)
quien describió, de forma anticipada, la revolución tecnológica y social que
cambió de forma dramática a la sociedad, la cual no llegó a conocer: la Web.
Este investigador mencionó que existiría “El hombre
electrónico” que “(…) deambularía por el ciberespacio, sin identidad ni rumbo
determinado. La metáfora de la navegación describe este recorrido por océanos
de información que el internauta no logra procesar del todo (…).” Esta idea
planteada se cumple en la actualidad, ya que tenemos esa posibilidad de navegar
por Internet la cual posee una gran cantidad de información, algunas no tan
confiables. McLuhan, también planteó que el planeta Tierra se convertiría en
una especie de aldea de enormes dimensiones, ya que las personas, gracias a la
televisión, la radio y otros medios, pueden enterarse en todo momento qué
sucede en cualquier lugar de manera inmediata. Es así que él desarrolló la idea
que esta “aldea global” modificaría al ser humano en su esencia, ya que
alteraría desde su manera de comunicarse hasta su organización social. La aldea
global supone la desaparición de las distancias físicas para generar
conocimientos.
McLuhan realiza una comparación en su libro “Comprender los medios de
Comunicación” (1964), donde señala que la tecnología es una especie de extensión
o una autoamputación del cuerpo físico. Es decir que la tecnología es como si
fuera parte de nuestros órganos. Concluye afirmando: “En la edad
eléctrica llevamos a toda la humanidad como nuestra piel” (p. 62 – 67). Un
claro ejemplo de esta comparación son los celulares, los cuales sin darnos
cuenta, los llevamos a todas partes o lugares: al dormitorio, la cocina, en el
carro, en la escuela o la universidad, etc. No existe un momento y lugar en la
cual nos separemos de este dispositivo, porque ya se convirtió en parte de
nuestras vidas.
McLuhan presentó tres etapas, según las tecnologías relacionadas con el lenguaje y la información, las cuales son:
- La etapa oral o prealfabética comienza con el origen del hombre y sus organizaciones sociales primitivas. Invención y propagación del alfabeto: la escritura. En esta etapa, la oralidad (palabra hablada) es de vital importancia, pues es el medio más importante para propagar el saber y construir una memoria histórica colectiva.
- La etapa alfabética extiende la memoria histórica y la creación de conocimiento fijados en la escritura propagados y compartidos entre los diferentes grupos humanos. El sello característico, de esta época, es la invención de la imprenta.
- La etapa electrónica desde la invención del telégrafo a la Internet. Los medios de propagación del saber se vuelven eléctricos primero y más tarde electrónicos, por lo que a diferencia del papel y la tinta, permiten la comunicación y distribución del conocimiento de forma instantánea y a través de largas distancias. En este contexto es donde aparecen las nuevas tecnologías de la información o las TIC.
Otro de los autores que se embarca en el análisis del
inicio y desarrollo de esta sociedad del conocimiento e información es Giovanni
Sartori con su libro “Homo Videns” (1997), la cual es una crítica a la sociedad
multimedia de los años 90, en la que el abrumador dominio de la imagen sobre la
palabra escrita está, a juicio del autor, transformando al ser humano, u homo sapiens, en un homo videns que es aquel personaje que está ligado a las imágenes, es decir a la televisión. Es
decir que esta tecnología ya empezaba a modificar el comportamiento de la
sociedad. Un caso claro se puede observar cuando el niño
absorto con la televisión deja de leer. Esto generará que el aparato
cognoscitivo sólo responderá a estímulos audiovisuales.
Sartori también mencionó una idea, como proyectándose,
y que está relacionado con la sociedad actual, citando a Negroponte (1995): “El
futuro será nada más y nada menos que de la industria electrónica. Se dispondrá
de una inmensa memoria que producirá un inmenso poder (…) (p.134)”, si hacemos
una comparación, prácticamente se refiere al poder informativo que posee el
Internet. Por lo tanto Sartori, también, ya percibía la aparición de esta nueva
sociedad de la información cuando mencionó que se formarían pequeños grupos de
poder en función a estos avances tecnológicos: “(…) la “tecnópoli” será utilizada por una raza patrona de pequeñísimas
élites, de tecno cerebros altamente dotados que desembocará en una tecnocracia
totalitaria” (p.134). Es interesante este planteamiento, porque es el inicio,
en primer lugar, de la aparición de la “brecha digital[1]”;
y en segundo lugar, la generación de un gobierno de técnicos o profesionales
que, tendrán como misión “vigilar globalmente”, a través de la redes sociales a
cualquier ciudadano de esta aldea global. Un claro ejemplo son las denuncias de
Assange[2],
previniendo a los ciudadanos de esta “aldea global” que estamos siendo
vigilados.
El sociólogo polaco Zygmunt Bauman (1925 - 2017) planteó
algunas ideas bases referidas a la globalización y su relación con la sociedad
de la información cuando nos mencionó en su libro Ceguera Moral (2015) que “la
globalización es la última esperanza de que exista un lugar al que uno puede ir
y encontrar la felicidad”. Es decir, los productos que trae son apetecibles por
los individuos de las sociedades convirtiéndoles en consumidores empedernidos,
en este caso de la tecnología. Cuando se hace uso irracional de la tecnología,
también estamos hablando de generar contaminación ambiental.
Bauman acuñó el término de “modernidad líquida”[3]
a los tiempos actuales, basándose en los conceptos de fluidez, cambio,
flexibilidad, adaptación, etc. Para él lo “líquido” lo compara con la vida
cotidiana que vive una sociedad que se desplaza con facilidad, y que no es
posible detener fácilmente las rutinas diarias. Todo es momentáneo y fugaz,
poco a poco desaparecen las tradiciones y costumbres.
Con respecto a la sociedad de la información, hija de
la globalización, Bauman analiza uno de los productos de consumo de esta
sociedad, donde prima las nuevas tecnologías de la comunicación e información
(TIC)[4]:
el celular. Bauman señaló que “Uno jamás pierde de vista su
celular. Su ropa deportiva tiene un bolsillo especial para contenerlo, y salir
a correr con ese bolsillo vacío sería como salir descalzo. De hecho, usted no
va a ninguna parte sin su celular (…). Esto quiere decir que nuestra forma de
vida está cambiando de manera acelerada y estamos perdiendo la manera lógica de
percibir las cosas, ya que dependemos de este dispositivo. Otro producto de
consumo masivo es el Internet, al respecto señaló que “(…) es peligroso creer
que uno domina el mundo entero gracias a Internet cuando no se tiene la cultura
suficiente que permite filtrar la información buena de la mala para el consumo
(…), como sabemos es abundante la información que trae el ciberespacio, sin
embargo el problema radica el saber discernir entre la información útil y no
útil. Finalmente, este famoso sociólogo, trata el tema ambiental y argumenta
que “(…) la modernidad consiste en forzar a la naturaleza para que sirva
obedientemente a las necesidades humanas”, esto en referencia a los
constantes usos de manera incoherente de los recursos naturales, y la necesidad
egoísta del ser humano por tratar de controlar el medioambiente con la
tecnología.
Continuando con los antecedentes, el escritor premio Nobel
de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa, mencionó en su libro: La civilización
del espectáculo (2013) argumentos valederos para empezar a conceptualizar y
caracterizar, ¿qué es la sociedad del conocimiento e información? Las ideas
principales de esta obra estriban en que la cultura, según Vargas Llosa, ha
sido deshonrada por las formas masivas de comunicación que produce las redes,
producto del Internet. Sin embargo, él también celebra la democratización de la
cultura, porque ya no pertenecerá sólo a pequeños grupos elitistas, ya que las
redes se han encargado de expandirlo de manera global. Pero, también le
preocupa que esté aumentando la banalización de la cultura, lo trivial y
epidérmico de los productos culturales de esta sociedad. Una idea relevante
para nuestro artículo, es concerniente a la tecnología, específicamente a la
aparición del libro electrónico o e-book.
Vargas Llosa se plantea una interrogante: “¿sobrevivirán los libros de papel o
acabarán con ellos los libros electrónicos?” (p. 143).
Para terminar, uno de los antecedentes que nos llamó
la atención es el ensayo de López –Pellisa (2015) en la cual se proyecta y
reflexiona sobre los desafíos que presentan las nuevas tecnologías o el
universo digital. Específicamente analiza las posibles anomalías o patologías
que se dan en la incorporación de los espacios digitales a “nuestro imaginario
y nuestra cotidianidad”; o en palabras del prologuista Naief Yehya “los
trastornos y males de una era de confusión y del cambio», esto es, «la manera
en que habitamos con desparpajo e inconsciencia realidades alternativas y […]
cómo nos hemos vuelto protagonistas de una inquietante ópera tecnocultural, que
va de la tragedia a la comedia» (p. 16). El ensayo tiene dos capítulos. El
primero titulado: “¿Qué es la realidad virtual?”, la cual la define como “(…)
entorno sintético, generado por gráficos computacionales, con el que tenemos la
capacidad de interactuar y sentirnos inmersos de un modo polisensorial en
tiempo real” (p. 20). Las bases de esta definición están compuestas por cuatro
elementos: inmersión (el objetivo es que el usuario sienta que se encuentra en
una realidad percibida), interacción (supone la interdependencia entre el
sistema matemático, la “máquina” y el usuario el “ser humano”), simulación
(generación de imágenes sintéticas en tiempo real, generando entornos
verosímiles o creíbles en base a una buena resolución y reproductor) e
imaginación (interviene la imaginación del operador para hacer que el mundo
virtual parezca real: inmersivo, uso de periféricos) . Estos son en esencia la
composición de la práctica o del uso de la realidad virtual. El segundo,
denominado: “Análisis diagnóstico de la realidad virtual”. Según la
investigadora de la Universidad Autónoma de Barcelona, el avance tecnológico,
(…) ya está fuera de control, y a punto de dominarnos. Por ese motivo
diagnostica cinco “pandemias[5]”:
La esquizofrenia nominal (alusión explícita a la pérdida de discernimiento de
los límites que separan lo real de lo virtual), la metástasis de los simulacros
(proliferación acumulativa de los espacios virtuales y digitales), el síndrome
del cuerpo fantasma (El cuerpo puede ganar una nueva existencia en la realidad
virtual mediante aparatos tecnológicos, como guantes especiales o cascos con
visores superpotentes, en fin, son las denominadas “prótesis de hardware”, surge
el análisis del ciborg, del robot y del pos-humano), el misticismo agudo (deseo
por la eternidad o de la esperanza de la inmortalidad, ambiciones humanas que
provocan efervescencia en el ámbito de los discursos científicos: una nueva humanidad
mejorada) y el síndrome de Pandora (afán del hombre por crear mujeres
artificiales, que actúen de compañeras sentimentales y sexuales, pero que,
sobre todo, satisfagan los ideales proyectados sobre el sexo femenino en las
sociedades desarrolladas: la “objetualización” del cuerpo femenino y los
fetiches del hombre).
Este es el punto
final para empezar a centrarnos en conocer ¿qué es la sociedad del conocimiento
e información?. Esta interrogante, para nosotros es un punto de reflexión. Por
lo tanto, podríamos decir que es un llamado para utilizar de manera
“responsable” las TICS. Es una forma de pensar en el desarrollo sostenible,
para algunos todavía utópico. Esta preocupación de Vargas Llosa es porque,
según él, la literatura electrónica se contagiará de una escritura “(…)
desmañada, sin orden ni sintaxis, hecha de apócopes[6] y
jergas, a veces indescifrables, que domina el mundo de los blogs, el Twitter,
el Facebook y demás sistemas de comunicación a través de la Red (…), es decir
escribir con una ortografía relajada[7]. En
pocas palabras es el culto a la redacción informal. Estos
antecedentes son básicos para entender, de manera objetiva, qué es una sociedad
de la información y del conocimiento. Etapa que nos toca vivir y comprender
para actuar de manera coherente en el uso de las TIC.
1.1. ¿Qué es la
sociedad del conocimiento e información?
Según
Laraque (2010) en su ponencia presentada en el Congreso de Educación: Metas
2012, realizada en Buenos Aires, ella manifestó que “El concepto de
"sociedad de la información" hace referencia a un paradigma que está
produciendo profundos cambios en nuestro mundo al comienzo de este nuevo
milenio. Esta transformación está impulsada principalmente por los nuevos
medios disponibles para crear y divulgar información mediante tecnologías
digitales” (p. 3). Como se observa este paradigma está relacionado con los
productos que nos ofrece el Internet; sin embargo, el flujo de información es
abundante que es necesario una alfabetización digital para discernir entre la
información productiva y la improductiva. Otros investigadores lo relacionan
con otras áreas, por ejemplo, la Dra. Alfonso Sánchez (2016) designó a la
sociedad de la información como una forma nueva de organización de la economía
y la sociedad. Esta sociedad realiza esfuerzos por convertir la información en
conocimiento, y que es una característica que la identifica. Cuanto mayor es la
cantidad de información generada por una sociedad, mayor es la necesidad de
convertirla en conocimiento.
La
misma investigadora, Lareque (2010) también conceptualiza sociedad del
conocimiento, y señala que esta sociedad no se refiere al progreso tecnológico,
sino que es una alternativa para el cambio social, específicamente: la
expansión de la educación. Esto quiere decir que el conocimiento tiene una
estrecha relación con lo económico; por lo tanto, el aprendizaje o el aprender
se vuelven necesario a lo largo de toda la vida.
Finalmente,
Avalos (2013) concluye que la sociedad del conocimiento esta “(…) determinada
por el acceso y procesamiento de la información para transformarla en
conocimiento”. Esto significa que el aprendizaje es lo primordial, y es parte
de la vida del ser humano.
1.2. Características
de la sociedad del conocimiento e información
1.2.1. La sociedad de la información o la “era digital”: Según Delarbre (2007)
Exuberancia (extensa cantidad de datos).
Omnipresencia (está en todas partes y sin límites de fronteras), irradiación (las distancias geográficas y de tiempo se reducen al mínimo).
Velocidad (comunicación instantánea).
Interactividad / unilaterialidad (los usuarios son tanto consumidores como productores de información)
Desigualdad (no todo mundo tiene acceso a la información, ni todo país vive de la misma forma la época)
Heterogeneidad (internet, debates e intercambio de ideas diversas)
Desorientación (la gran cantidad de información que se produce y se difunde a diario causa confusión y desorienta a los consumidores y productores).
Ciudadanía pasiva (el consumo prevalece sobre la creatividad y capacidad de reflexión y análisis).
1.2.2.
La sociedad del conocimiento: Según
Forero de Moreno (2009)
Las actividades económicas, laborales, educativas, culturales y comunicativas requieren de ciertas competencias cognitivas y mentales.
La capacidad de innovar. La idea es aprender a transferir el conocimiento, asumiendo la importancia de la fluidez en la comunicación del conocimiento.
2.
CONCLUSIONES
A
la primera conclusión que llegamos es que la educación es transformación, ya no
es estática; por lo tanto, es necesario, una constante indagación pedagógica en
la realidad virtual y, sobre todo no olvidar, la realidad objetiva o concreta
de la pedagogía. Se debe comprender que lo virtual, solo es un medio.
La
segunda conclusión está relacionado con nuestras actividades de “reaprendizaje
pedagógico”, la cual debemos realizarlas de manera responsable y reflexiva,
porque no solo seremos guías de nuestros estudiantes, sino “tamizadores del
aprendizaje” con el objetivo de lograr individuos reflexivos y con capacidad de
abstracción coherente, y para eso demanda toda nuestra capacidad crítica, y sobre todo “humanizarnos”.
La tercera conclusión es alertar sobre los peligros e incertidumbres,
patologías de la realidad virtual, que acechan en la sociedad de la información
y del conocimiento.
La cuarta, y última conclusión, es que existe una gran
diferencia entre la sociedad de la información y la del conocimiento. La
primera está referida al manejo de la información de manera rápida y abundante,
la cual no necesariamente está procesado o codificado[8]. La
segunda, está referida al procesamiento de esa información para producir y
aplicar conocimiento para el desarrollo humano.
Finalmente, formulamos una interrogante: ¿el Perú en qué etapa de la sociedad se encuentra?
3.
REFERENCIAS
Alfonso, I. (2016). La Sociedad de la Información,
Sociedad del Conocimiento y Sociedad del Aprendizaje. Referentes en torno a su
formación. Recuperado de file:///C:/Users/ALUMNOS/Downloads/Dialnet
LaSociedadDeLaInformacionSociedadDelConocimientoYS-5766698.pdf
Avalos, M. C. (2013). La sociedad del
conocimiento. México. https://static1.squarespace.com/static/51ede959e4b0de4b8d24e8a9/t/5213aa19e4b0750ce7ecb4c6/1377020441113/1.+La+sociedad+del+conocimiento.pdf
Bauman, Z.
(2015). Ceguera moral La pérdida de
sensibilidad en la modernidad líquida, 1ra edición. Barcelona,
España: PAIDOS
Bauman, Z.
(2004). Modernidad líquida, Tercera
reimpresión, Argentina: Fondo de Cultura Económica
Delarbre, R. (2007)
“Vivir en la Sociedad de la Información.
Orden global y dimensiones locales en el universo digital” Revista
Iberoamericana de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación. Número 1 /
Septiembre - Diciembre 2001. Monográfico. Recuperado de http://www.terras.edu.ar/biblioteca/2/2TREJO-DELARBRE-Raul-Revista-Iberoamericana.pdf
Forero de
Moreno, I. (2009). La sociedad del conocimiento. Revista Científica General
José María Córdova, vol. 5, núm. 7, julio, 2009, pp. 40-44. Escuela Militar de Cadetes
"General José María Córdova". Bogotá. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/4762/476248849007.pdf
López-Pellisa,
T. (2015). Patologías de la realidad virtual. Cibercultura y ciencia ficción.
Madrid, España: Fondo de Cultura Económica.
McLuhan, M.
(1996). Comprender los medios de
comunicación. Las extensiones del ser humano, (1ra edición),
Barcelona, España: PAIDOS
Sartori, G.
(2012). Homo Videns. La sociedad
teledirigida, Vigésima reimpresión. México: TAURUS.
Vargas Llosa, M. (2012). La civilización del espectáculo, Lima:
Editorial Alfaguara.
[1] El
concepto brecha digital es una expresión que se utiliza para señalar aquellas comunidades
o grupos sociales que disponen del servicio de Internet y aquellas que no lo
tienen. Tiene otro alcance amplio no solo de Internet, sino de todos aquellos
instrumentos relacionados con las tecnologías de la información y la
comunicación (teléfonos móviles, tecnologías de redes, telecomunicaciones, y
demás dispositivos) lo que se viene a denominar TIC. http://www.ugr.es/~pwlac/G24_45Pedro_Maya_Alvarez.html
[2] Assange, de nacionalidad
australiana y cuya página de internet WikiLeaks se ha usado para filtrar
información de grandes escándalos políticos y financieros, es un héroe para
muchos. Para otros, sin embargo, es un peligro para la seguridad de grandes potencias
como Estados Unidos.
[3] Bauman,
Zygmunt, (2004), Modernidad líquida.
[4] La
Fundeu.es, Plural de la sigla TIC (tecnologías de la información y de la
comunicación) se indica con el artículo u otro determinante que la acompañe
(las TIC, algunas TIC…), y no añadiendo una ese mayúscula (TICS) ni minúscula
(TICs).
[5] El DRAE la define como
'enfermedad que se propaga durante algún tiempo por un país, acometiendo
simultáneamente a gran número de personas'.
[6] Supresión o pérdida de
uno o más sonidos en posición final de palabra. Ejemplo: “la palabra ‘buen’
está formada por apócope de ‘bueno’"; "‘algún’, ‘ningún’, ‘primer’,
‘moto’ y ‘micro’ son apócopes"
[7] La “ortografía relajada”
de mayúsculas y minúsculas resulta admisible en chats y mensajes de móvil, pero
no en los correos electrónicos (Ort. 2010, p. 517).
[8] Según el
DRAE: Registrar
algo siguiendo un código (‖ combinación de letras, números u otros caracteres).